El juego es la actividad espontánea y personal que nace del mundo interior del niño y lo compromete. La utilización del espacio, la ambientación y el material con el que cuenta éstos espacios para desarrollar el juego deben favorecer la comunicación y la relación
entre los niños, así como propiciar actividades que promuevan diferentes opciones y la solución de problemas en el proceso de aprendizaje.